Un ser humano en la medida que desarrolla su interioridad, comienza a ordenar sus pensamientos, sus emociones y por lo tanto sus acciones, acercándose cada vez más a la libertad y a la necesidad de crear.
Todo en el mundo ha sido creado de una manera artística, podemos decir que el arte es pues un método para expresar y conocer nuestro interior, sin embargo los grandes maestros del arte como Beethoven, Miguel Ángel, Rafael, Leonardo, entre los grandes artistas, nos hablan atraves de sus obras de una realidad ligada completamente a la cuestión de trascender como seres humanos, dejándonos ver secretos de verdadera maestría no solo en sus técnicas artísticas si no en el profundo significado de cada uno de sus trabajos.
Hace mucho tiempo, todos nosotros admirábamos todas las artes no nada más con el fin de divertir nuestros sentidos, sino con el objetivo de ver el sentido oculto de lo que se presentaba, ya fuera una pintura, una escultura, una melodía.
Ahora debido a que los humanos dormimos profundamente, la gran mayoría de las personas que se dedican al arte lo único que pueden externar son sus propias tragedias internas como violencia, sexismo, bajas pasiones o algo muy plano, es decir sin profundidad o esoterismo alguno que enriquezca su contenido y su manifestación interior a través de cualquier técnica artística.
Los espectáculos como los toros, eran la misma manifestación de dominio interno de nuestros defectos, todo el ritual era un símbolo de como nosotros debemos eliminar la bestia interna para despertar la conciencia a través de la muerte del toro apoyados en la petición a nuestra madre interna la virgen que debe estar presente en la corrida de toros y a quien se le ofrece la faena en la fiesta de los toros.
Pero lamentablemente ahora se ha convertido en el hecho de dominar y mancillar inhumanamente al pobre animal motivando las bajas pasiones de los espectadores quienes disfrutan alcoholizados y exaltados por la música que altera sus emociones y sentidos.
Otro ejemplo es el ajedrez, que también ha perdido el sentido oculto y trascendental del juego, el cual representa el juego de la vida y la guerra entre fuerzas positivas y negativas para llegar a la auto realización de nuestro ser, ademas del gran simbolismo y perfección con el cual esta organizado el juego, tanto en cabala como en simbolismos esotéricos que solo la conciencia podría llegar a comprender.
Las cartas de baraja que ahora se usan para jugar con el asar y apostar dinero fomentando la codicia y la pereza causa de tantas tragedias, es otro ejemplo de como hemos perdido el sentido esotérico, de estas tablas de medidas representadas por una potencia o numero que no se usaban para divertir el sentido externo si no para usar los sentidos internos y trascendentales.
Ahora debido a que los humanos dormimos profundamente, la gran mayoría de las personas que se dedican al arte lo único que pueden externar son sus propias tragedias internas como violencia, sexismo, bajas pasiones o algo muy plano, es decir sin profundidad o esoterismo alguno que enriquezca su contenido y su manifestación interior a través de cualquier técnica artística.
Los espectáculos como los toros, eran la misma manifestación de dominio interno de nuestros defectos, todo el ritual era un símbolo de como nosotros debemos eliminar la bestia interna para despertar la conciencia a través de la muerte del toro apoyados en la petición a nuestra madre interna la virgen que debe estar presente en la corrida de toros y a quien se le ofrece la faena en la fiesta de los toros.
Pero lamentablemente ahora se ha convertido en el hecho de dominar y mancillar inhumanamente al pobre animal motivando las bajas pasiones de los espectadores quienes disfrutan alcoholizados y exaltados por la música que altera sus emociones y sentidos.
Otro ejemplo es el ajedrez, que también ha perdido el sentido oculto y trascendental del juego, el cual representa el juego de la vida y la guerra entre fuerzas positivas y negativas para llegar a la auto realización de nuestro ser, ademas del gran simbolismo y perfección con el cual esta organizado el juego, tanto en cabala como en simbolismos esotéricos que solo la conciencia podría llegar a comprender.
Las cartas de baraja que ahora se usan para jugar con el asar y apostar dinero fomentando la codicia y la pereza causa de tantas tragedias, es otro ejemplo de como hemos perdido el sentido esotérico, de estas tablas de medidas representadas por una potencia o numero que no se usaban para divertir el sentido externo si no para usar los sentidos internos y trascendentales.
Una buena forma de encontrar la libertad que tanto necesitamos es plasmando lo que realmente somos, ahí encontramos lo que real mente he venido hacer a la existencia, lo que tengo que realizar y que tan difícilmente en estos tiempos podemos encontrar.
El arte es pues una manifestación de libertad, lejos de toda sentencia, de toda regla, de todo método, el arte es una verdadera manifestación de lo que realmente somos y ahí está contenido toda la esencia de nuestro ser, debemos convertirnos en artistas encontrando nuestra forma de manifestación interna, haciendo de nuestra forma de vivir un arte, y satisfacer la necesidad de liberarnos atrabez de un lenguaje completamente nuestro, el cual nos permite expresar todo aquello que no somos capaces de manifestar con el lenguaje común de nuestros días, logrando así la comunión con nuestra alma y espíritu, y despertando en ese momento de armonía y fuerza, para llevar nuestra existencia a donde verdaderamente debemos ir evitando el error y avanzando hacia nuestro verdadero ser llenos de fe, amor, salud, vida, y sabiduría.
El arte es pues una manifestación de libertad, lejos de toda sentencia, de toda regla, de todo método, el arte es una verdadera manifestación de lo que realmente somos y ahí está contenido toda la esencia de nuestro ser, debemos convertirnos en artistas encontrando nuestra forma de manifestación interna, haciendo de nuestra forma de vivir un arte, y satisfacer la necesidad de liberarnos atrabez de un lenguaje completamente nuestro, el cual nos permite expresar todo aquello que no somos capaces de manifestar con el lenguaje común de nuestros días, logrando así la comunión con nuestra alma y espíritu, y despertando en ese momento de armonía y fuerza, para llevar nuestra existencia a donde verdaderamente debemos ir evitando el error y avanzando hacia nuestro verdadero ser llenos de fe, amor, salud, vida, y sabiduría.
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